ESCOLETA – ¿Cómo lo hacemos?

 

Para llevar a la práctica nuestra filosofía educativa contamos con:

Ratio reducida

Ninguna de nuestras propuestas (filosofía ni metodología) serían posibles si no pudiéramos ofrecer la atención suficiente a cada niño en cada momento. Por ello, hemos fijado la ratio máxima ideal en una acompañante por cada seis niños (1:7). Esto es algo que varía en función de las diferentes edades.

Trilingüismo

Cada acompañante/educadora se dirige a los niños en una lengua diferente, de forma que ellos eligen libremente con quién prefieren estar y si desean practicar o no el idioma del adulto en cuestión. Las tres lenguas de MOMO son el español, el catalán y el inglés.

El diálogo con el entorno

Una comunicación que nos vincula con el territorio y que al mismo tiempo enriquece el propio proyecto. Acciones también encaminadas a dejar huellas del pensamiento y de la escuela, de las palabras y de las ideas de los niños, invitando a participar de la cultura de la infancia. Un nuevo sentido del conocimiento.

Garantizar la integración de niño en la sociedad es un objetivo primordial en Momo. Para esto necesitará recursos para interpretar la realidad, estrategias para afrontar nuevos planteamientos y cambios, al mismo tiempo que necesitará habilidades sociales y comunicativas para poder desarrollar su proyecto de vida.

Nuestro entorno

En Momo intentamos crear y mantener un ambiente relajado, un ambiente sin exigencias o expectativas, un espacio en el que encontramos una sensación equilibrada entre los elementos estables y los cambiantes, que invitan a nuevas relaciones y descubrimientos.

Los tiempos

En Momo no tenemos prisa. A lo largo del día, cada niño tiene el tiempo que él necesita para cada una de las acciones; nadie es juzgado por empezar o acabar de jugar en el ambiente, por terminar antes de comer, por estar más tiempo solo o acompañado. Avisamos con tiempo antes de proponer una nueva actividad, taller o algún cambio.

Hay que darle tiempo al niño para adquirir su temperatura idónea y dar el máximo de sí mismo” –  L. Malaguzzi

 
La diversidad

No existen aulas que dividan a los niños por edades. Al contrario, creemos que convivir con niños mayores y más pequeños fomenta la noción de la diversidad a la vez que aprenden mucho más en sus interacciones.

El juego no directivo

El juego es el medio principal por el cual aprenden los niños. A través del juego se ponen en práctica multitud de situaciones que afectan a su desarrollo cognitivo, físico y emocional. Cada práctica de juego es un ensayo de un nuevo aprendizaje o el afianzamiento de uno ya logrado.

Al mismo tiempo, a través del juego, el niño se comunica y se expresa, crea vínculos afectivos con los otros niños y aprende a relacionarse y a resolver conflictos.

En MOMO partimos de que el proceso del juego es una actividad libre y voluntaria y, por lo tanto, preparamos el espacio y los materiales minuciosamente, pero sin invitar ni incitar a que los niños jueguen a un determinado juego o con un juguete concreto. Igualmente, procuramos tener una participación mínima o lo más neutra posible en los juegos para, de esa forma, respetar su creatividad, fantasía y capacidad de resolución y aprendizaje, mientras mantenemos una postura de observación y acompañamiento.

Los materiales

El niño es el protagonista del juego; los juguetes y los materiales le acompañan.

En MOMO los juguetes y el material son considerados las herramientas de trabajo de los pequeños. Por tanto,  procuramos hacer una selección cuidadosa de todos aquellos elementos que permitan aflorar este autoaprendizaje, descartando juguetes sobrecargados, frágiles o con pocas posibilidades de uso o interpretaciones, escogiendo materiales de origen natural (madera, cartón, tela, metal) que ofrecen más posibilidades sensoriales que los materiales plásticos.

El niño tiene acceso a todos los materiales y juegos y es el responsable de la acción que desarrolla con ellos, desde que lo escoge, hasta que lo devuelve nuevamente a su sitio.